DANIEL BENAVÍDEZ, PRESENTE. AHORA Y SIEMPRE.

Daniel fue trabajador de la Dirección Provincial de la Energía, delegado gremial del Sindicato de Luz y Fuerza de Santa Fe y militante comprometido de la Juventud Peronista. Lo apodaban “el Peluca”, y desde sus primeros años como empleado en el sector almacenes de calle Tacuarí, supo poner el cuerpo y el alma por la defensa de los derechos de sus compañeros.
A punto de recibirse de contador público, eligió la militancia obrera y gremial por sobre su carrera profesional. Desde allí, luchó con convicción por la dignidad de los trabajadores, por el cumplimiento del Convenio Colectivo y por una sociedad más justa.
En 1976, debió pasar a la clandestinidad tras el intento de secuestro en su lugar de trabajo. Luego, fue cesanteado por la intervención militar. Sabía muy bien lo que significaba presentarse. Aun así, nunca dejó de luchar.
En 1977 fue secuestrado y desaparecido por el terrorismo de Estado. Padre de tres hijas, músico autodidacta, integrante del grupo Teorema, y entrañablemente querido por sus compañeros, amigos y familiares.
En 2006, nuestro sindicato reconoció su legado militante nombrando en su honor la sala del Cuerpo de Delegados.
Hoy, su memoria vive en cada lucha y en cada paso que damos por una patria más justa.
